Imagen de Odoo y bloque de texto

 

Aladdin Toys

 

Los juguetes creados por J.Tores García constituyen un notable ejemplo de integración del arte a la vida cotidiana. Su construcción está signada por cuatro ejes cardinales; el respeto por el niño, el conocimiento práctico de las modernas teorías educativas, la coherencia con los postulados del arte moderno y una fabricación semi artesanal, utilizando materiales naturales y técnicas sencillas.

 

Los juguetes le ofrecieron a Torres García la vía idónea para introducir al niño en los conceptos y las formas del arte moderno, estableciendo una correspondencia entre las innovaciones plásticas y pedagógicas, en particular de Fröbel y Montessori. La cualidad desmontable de los juguetes está en consonancia con las propuestas didácticas que recomiendan el adiestramiento perceptivo motriz mediante ejercicios de descomposición y recomposición de un todo.

 


 

Imagen de Odoo y bloque de texto

 

En Torres García, la creación de juguetes está tan ligada a su producción artística que a veces resulta difícil afirmar si fue una pintura lo que determinó la estructura final de un juguete, o si fue este el que derivó en una escultura o sugirió un lienzo. El propio Torres incluyó en forma destacada juguetes en varias muestras de su obra.

La evolución estética de los juguetes muestra la influencia de las ciudades en las que Torres se instaló y los produjo: Barcelona, Nueva York y París.

 

La producción en escala de los juguetes alcanzó su máxima expresión en la época en que Torres se instala en Nueva York donde crea la empresa Aladdin Toy Co, que establece relaciones comerciales en diversos países, con la colaboración del artista holandés Bueno de Mesquita.

Cuando Torres García se traslada a París, centra su atención en el debate y la producción estética. La producción de juguetes se aleja de los cauces industriales, para integrarse a una producción familiar artesanal, recibiendo en ocasiones el apoyo de artistas amigos. Es en París donde los juguetes adoptan una geometría más radical, coloreados según los cánones del neoplasticismo, dando lugar a esculturas denominadas por él, objetos plásticos. De esta forma, el trabajo en madera quedaba definitiva y formalmente integrado a su producción artística.










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